Pues eso, a distancia. La luna está a una distancia considerable.
Me encanta esta fotografía, aunque sea endemoniadamente oscura, me fascina lo bien que sale la luna. La tomé una noche que salimos a dar una vuelta con la bici.
No se aprecia ninguna otra luz proveniente de estrellas, los cielos de Fuengirola están envenenados por la contaminación lumínica. Me gusta mi ciudad... pero no tanto como para quedarme a vivir en ella, lo único bueno que atesora son los momentos inolvidables que he pasado con las personas a las que quiero. Por lo demás, no es una ciudad muy grande ni rica en naturaleza, sin embargo es nido de personas maravillosas y cálidas. No cambiaría los momentos que he vivido aquí por nada.
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