Reseña. La velocidad de la noche ~ Chris Howard

Night Speed

Autor: Chris Howard

Traductor: Antonio-Prometeo Moya

Editorial: Puck

Fecha publicación: 2018

Número de páginas: 384

Género: Juvenil

Autoconclusivo

Solo los más jóvenes pueden resistir el empuje arrollador de tetra, una droga nueva, peligrosa y adictiva que proporciona nueve minutos de fuerza y velocidad sobrehumanas. Alana West ha sido entrenada para utilizar la droga y perseguir a los jóvenes criminales que abusan de su poder, criminales como el bólido que estuvo a punto de matar a su hermano menor. Alana es imparable cuando toma tetra. El ímpetu que proporciona le permite recorrer Nueva York en busca de bólidos e impedir que dejen a su paso más muertos y heridos. Pero Alana pronto cumplirá dieciocho años, demasiados para seguir tomando tetra; a es edad, una nueva dosis podría ser mortal. Apoyada por Tucker, su fuerte y firme instructor, Alana trabaja clandestinamente y se infiltra en un grupo privilegiado de bólidos para localizar el origen de la droga y acabar con el tráfico. Pero la joven queda atrapada en el lado equivocado de la ley y entonces se da cuenta de que los bólidos no son exactamente lo que parecen, sobre todo Ethan, el joven artista cuyos insondables ojos castaños parecen ver la verdad que hay dentro de la joven. Y conforme crece su dependencia a la droga, Alana debe decidir en qué bando está antes de que se acaben los efectos. Para siempre.

Hoy os traigo un título que Puck trajo a finales de octubre, su sinopsis llamó mi atención y quise darle una oportunidad. Aunque la lectura no resultó tan satisfactoria como esperaba, agradezco mucho a la editorial el ejemplar para la reseña.

No voy a detenerme demasiado en los detalles de la historia, porque la sinopsis es bastante extensa. Me atrajo mucho la trama por su originalidad y porque prometía mucha acción: una sociedad parecida a la nuestra en la que algunos adolescentes atrapan a otros jóvenes criminales con ayuda de una droga que aumenta enormemente la velocidad y la fuerza durante nueve minutos. El libro se divide en capítulos cortos y la narración es en primera persona, siempre desde la perspectiva de Alana, la protagonista.

La historia es lo que promete la sinopsis, con sus más y sus menos. Debo decir que lo único que me ha impedido disfrutar del todo la lectura ha sido la extensión del libro. Son casi 400 páginas en las que, evidentemente, no puede ser todo acción. Aquellas partes en las que el autor ahondaba más en la introspección de la protagonista o, simplemente, a las descripciones, me resultaba pesada. Notaba un cambio de ritmo abismal: los capítulos con escenas de persecuciones, diálogo o giros se pasaban volando; en cambio, cuando se narraba el día a día de la protagonista, esta expresaba sus pensamientos o me encontraba con descripciones de escenarios o situaciones, había tanta descripción y detalle que sentía que no avanzaba.

El contexto de la historia y todo lo que concierne a la tetra, la droga que consumen los personajes, era muy interesante. El autor describe muy bien las sensaciones que produce dicha sustancia y cómo afecta a los personajes. Es fácil entender por qué es tan adictiva para ellos y la inmensa dependencia que genera.

Alana es una protagonista que me ha gustado, aunque no he llegado a conectar del todo con ella, pero eso no me ha impedido ver que es un personaje muy bien caracterizado. Es una joven a la que esta droga le cambia la vida de una forma muy dolorosa, y desea emplear todos sus esfuerzos en evitar que otras personas sufran como ella. Hay dentro de ella una vorágine de sentimientos que la consumen: rabia, deseo de venganza, culpabilidad... y solo la tetra logra despejar su mente durante nueve minutos. Unos instantes que anhela y disfruta con avidez.

El autor introduce un triángulo amoroso bastante arriesgado, pero que funciona bastante bien al final, sabe explotar bien los sentimientos de sus personajes y crear lazos intensos y veraces a ojos del lector. Lo que no entendí muy bien es la manía de la protagonista a darle besos a todo lo que pilla, le guste o no le gusta.

En general, la pluma del autor es de mi agrado: buenos personajes, trama original, buenos giros argumentales... lo único que me falló es el ritmo del libro. Demasiados altibajos.

La velocidad de la noche no resultó ser todo lo que yo esperaba, pero si os pica la curiosidad creo que merece una oportunidad, tiene muchas cosas buenas.

¡Felices lecturas!