La vida es curiosa, ayer echaba de menos mis converse. Hoy es mi cumpleaños. Es fácil adivinar la relación, son realmente bonitas, ya os las enseñaré.
La tormenta resultó ser... un huracán. En el buen sentido :)
Me sorprendieron con un brownie con helado de vainilla y fresas, con una velita puesta en medio y todo un bar cantando 'Cumpleaños feliz'. Y a partir de ahí, cada media hora hasta las 5 de la mañana hacían un recordatorio (como las alarmas).
A partir de ahí se sucedieron una mezcla de sucesos curiosos... estuvo bien... de hecho muy bien.
Al día siguiente (hoy), fui a la playa con mi familia, MENOS MAL, no había medusas, reitero: menos mal.
Lo bueno es que las celebraciones no acaban aquí, el viernes que viene lo celebraré con mis amigos. Y tal, no hace falta detallar. El agua, la locura, las risas, las tortas y los besos estarán presentes.
Tan sólo me faltará una cosa.
Aún faltan 25 días. Pero hoy espero una llamada.