Reseña El Ocho ~ Katherine Neville

Título original: The Eight
Autor: Katherine Neville
Editorial: DeBolsillo
Año publicación: 2009 (1997)
Número de páginas: 860
ISBN: 84-95501-09-0

Llevaba tiempo queriendo leer este libro, es el favorito de mi madre, y por ello temía tener un nivel de expectativa demasiado alto, pero no me ha defraudado.

¿Qué me detuvo de leerlo hasta ahora? Es una novela histórica. No soy muy fan de este género porque el cúmulo de datos, nombres, fechas y hechos lo hace muy denso y, en ocasiones, provoca una lectura lenta y cansada. No quería que me pasase como con Los Pilares de la Tierra, cuyo final esperaba ansiosa y agotada. Por suerte no fue así.

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Cuando las primas se acercaron a la abadía, vieron las cuatro hileras dobles de cipreses plantados en cada entrada, que formaban la señal de la cruz. Los árboles se cerraron sobre ellas mientras corrían en medio de la bruma ennegrecida. Atravesaron las puertas de la abadía y cruzaron el amplio patio. Cuando se aproximaron a las altas puertas de madera del enclave principal, la campana siguió sonando como un tañido fúnebre que penetraba la densa niebla.
Ambas hicieron un alto ante las puertas para quitarse el barro de las botas, se persignaron deprisa y franquearon el elevado pórtico. Ninguna de las dos alzó la mirada hacia la inscripción tallada con toscas letras francas en el arco de piedra que circundaba el pórtico, si bien las dos sabían qué decía, como si las palabras estuvieran cinceladas en su corazón:
«Maldito sea quien derribe estos muros, al rey sólo lo detiene la mano de Dios.»
Debajo de la inscripción estaba tallado el nombre en mayúsculas: "CAROLUS MAGNUS". Fue el artífice tanto del edificio como de la maldición dirigida a los que intentaran destruirlo. Máximo soberano del imperio franco hacía más de mil años, conocido en toda Francia como Carlomagno.

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Katherine Neville nos sumerge en una historia de dos caminos y dos bandos, entre los años 1790 y 1970. El legendario y maldito ajedrez tallado en oro, plata y diamantes por los moros como regalo para el emperador Carlomagno es el escenario sobre el que se mueven los protagonistas. Lleva enterrado en la Abadía de Montglane durante mil años, y con la llegada del Terror (la Revolución Francesa) se desentierra el secreto, es dividido entre las novicias y monjas de la abadía, destinándolas con las piezas a distintos lugares de Europa para que nadie pueda hacer uso de su poder maldito. 

De forma paralela, en 1970, Catherine Velis, una alta ejecutiva experta en ordenadores acaba atrapada en el juego, convirtiéndose en la pieza clave para encontrar las piezas y descifrar el secreto que guarda, una fórmula ligada a la alquimia, la masonería y los poderes cósmicos. 
A lo largo del libro podremos ver cómo los personajes que movieron los ejes de nuestra historia (Napoleón, Robespierre, Casanova, Voltaire, Newton, Catalina la Grande...) poseyeron algunas de estas piezas y los crímenes que cometieron para hacerse con ellas y descifrar su secreto

     Comentario crítico personal     
*sin spoilers*

Nadie pudo haberme advertido de cuánto calaría en mí esta historia. 

Está narrada intercalando la historia de una época y de otra, por caminos separados, contándonos la historia de las piezas y su recorrido, enlazando crímenes, secretos y personajes para darnos un final esperado y revelador. Considero todo un acierto esta forma de narrativa para un libro histórico, haciendo saltos en el tiempo, así resulta mucho menos pesado asimilar la cantidad ingente de nombres, personajes e identidades, pues todos tienen relevante importancia en la historia y sus hechos la conducen de forma trascendental.

Me resultó imposible no encariñarme con las primas novicias Mireille y Valentine, rebosantes de pasión y justicia. Sin embargo a la protagonista principal le faltaba una chispa de algo, demasiada sensatez y lógica me parecían cualidades tanto apropiadas como aburridas para la historia.

A lo largo del libro encontraremos términos y explicaciones de jugadas del ajedrez que, para aquél que conozca el juego será gozoso analizar, y para los que como yo no sabemos mucho del juego aprenderemos a interpretar y apreciar. Enriquecedora es la palabra perfecta para esta novela. Nos sumerge en un mundo de ajedrez, mensajes ocultos, historia, ciencia y la cultura de otras épocas. En conclusión, un misterio universal resuelto ante nuestros ojos. La autora ha sabido relatar la historia del ajedrez de Montflane de forma exquisita, sin pausas o divagaciones que nos conduzcan al aburrimiento. Un final cerrado que deja una pausa final para la reflexión del lector.


Puntuación: Un 11 (sobre 12)