ELANTRIS
Autor: Brandon Sanderson
Traductor: Rafael Marín Trechera
Editorial: Nova
Año publicación: 2006
Número de páginas: 656
Autoconclusivo
Encuadernación: Tapa dura
Género: Ciencia ficción y fantasía
Bienvenidos a la ciudad de Elantris, la poderosa y bella capital de Arelon llamada la «ciudad de los dioses». Antaño famosa sede de inmortales, lugar repleto de poderosa magia, Elantris ha caído en desgracia. Ahora solo acoge a los nuevos «muertos en vida», postrados en una insufrible «no-vida» tras una misteriosa y terrible transformación. Un matrimonio de Estado destinado a unir los reinos de Arelon y Teod se frustra, ya que el novio, Raoden, el príncipe de Arelon, sufre inesperadamente la Transformación y se convierte en un «muerto en vida» obligado a refugiarse en Elantris. Su reciente esposa, la princesa Sarene de Teod, creyéndolo muerto, se ve obligada a incorporarse a la vida de Arelon y su nueva capital, Kae. Mientras, el embajador y alto sacerdote de otro reino vecino, Fjordell, usará su habilidad política para intentar dominar Arelod y Teod con el propósito de somerterlos a su emperador y su dios.
Llevaba un tiempo detrás de este autor, porque la ciencia ficción me persigue allá donde voy y por recomendaciones varias de amigos en twitter. Tras informarme un poco el
Librero del Mal recomendó algunas lecturas de Sanderson para aquellos que no sabíamos cómo empezar a leer sobre él. Y me lancé a por Elantris.
Hace diez años, Elantris era la ciudad más resplandeciente de todo el continente, la «ciudad de los dioses la llamaban», en ella vivían hombres y mujeres alcanzados por un magnífico don, que los llenaba de luz y poder. Poder que utilizaron para construir un paraíso y ayudar a las ciudades vecinas. Pero algo sucedió hace diez años que lo cambió todo. Los elantrinos perdieron todo su poder y quedaron reducidos a algo lejos de llamarse vida. Se transformaron en criaturas mugrientas, malditas y fatalmente inmortales. Víctima de esta maldición es Raoden, príncipe de Kae, la excusa perfecta para que el rey pueda librarse de su hijo y desterrarlo a la ciudad de Elantris, fingiendo su muerte a todos. En escena aparece la princesa Sarene, prometida de Raoden, que llega al reino de Kae para casarse con el príncipe y unir sus reinos. Al enterarse del desgraciado suceso decide quedarse en la corte del rey, porque observa que hay un sacerdote de Fjorden (el reino enemigo) que pretende convertir al pueblo a su religión, y la princesa se siente en la obligación de pararle los pies. Mientras, Raoden trata de sobrevivir en Elantris y de descubrir qué pasó entre sus muros. La trama se desenvuelve en torno a estos tres personajes, tres caminos que se esquivan y entrelazan a lo largo de la historia.

Fantástica. Magnífica. Brutal. Es un libro que llevaba buscando muchísimo tiempo. Ay señor.

La historia es ardua y compleja. Brandon Sanderson crea un mundo desde su raíz: una sociedad dividida en reinos, distintas creencias religiosas, un sistema político completo, división de clases y razas y un sistema de poderes o magia basado en la energía y expresado mediante símbolos (aones). Al principio resulta un poco apabullante situarse, porque hay muchos personajes, reinos, razas, creencias religiosas y un contexto histórico en el que el autor nos introduce; pero el cabo de algunos capítulos van sonando siempre los mismos nombres y a partir de ahí todo va como la seda. Nos introducen a los protagonistas (Raoden, Sarene y el sacerdote Hrathen) y nos cuentan la historia en tercera persona desde el punto de vista de cada uno, rotando en cada capítulo. Conflictos, política, secretos, traiciones y un gran misterio por resolver. Si bien el comienzo del libro es introductorio (lo cual se agradece), no hay un momento de pausa durante todo el libro. Me he bebido 650 páginas, que no han sido largas ni pesadas porque he gozado con cada una de ellas.
Los personajes están construidos a detalle, llenos de matices y con una evolución deliciosa a lo largo del libro, cada uno con su personalidad y sus conflictos personales internos, donde no hay buenos ni malos, porque cada uno posee sus creencias, sus principios y deseos. Diría que mi favorito ha sido la princesa Serene, es una mujer a la que le cuesta encontrar su lugar en el mundo, porque es todo lo contrario a una princesa: es obstinada, cabezota, astuta, manipuladora y a veces egoísta, debido a esta fuerte personalidad espanta a todo hombre que se le acerca y, aunque la tratan con respeto, no es capaz de entablar una verdadera amistad con nadie. Raoden también es un personaje que me gusta mucho por su carácter noble y luchador, es un hombre honorable y sumamente inteligente. Y debo admitir que empecé odiando a Hrathen y ese odio se transformó en respeto, de los protagonistas es Hrathen el que sufre una mayor transformación. Los personajes secundarios no están tan matizados como los protagonistas, pero no por ello son menos importantes.
La pluma de Brandon Sanderson es mi cup of tea, sus escenarios, los diálogos, el contexto, los giros en la trama (y qué giros, Domi misericordioso). Las últimas páginas se evaporaron entre mis manos y antes de darme cuenta ya había terminado el último capítulo. Los misterios son resueltos (casi todos) y mucha sangre es derramada.
Si te gusta la fantasía y la ciencia ficción, es para ti. Y si queréis probar algo nuevo y fascinante, también lo es. Por mi parte, doy la bienvenida a Brandon Sanderson a mi vida, me declaro fan primeriza de su pluma. Ya le he echado el ojo a El imperio final.
¡Felices lecturas!