Título: Las ranas también se enamoran
Autora: Megan Maxwell
Editorial: Versátil
Año publicación: 2011
Número de páginas: 381
Encuadernación: Tapa blanda con solapas
Saga: No
Género: Romántica
ISBN: 978-84-92929-46-7
Marta Rodríguez es una joven y divertida madre soltera que conduce una Honda CBF 600. Trabaja en el taller de moda flamenca de Lola Herrera, donde hace un poco de todo. Pero la vida de Marta, y su entorno, dará un giro de 180 grados cuando el hijastro de su jefa, Philip Martínez, un empresario inglés, serio a la par que sexy, se cruce en su camino.
Opinión personal
Hace tiempo ya que tengo este título en mi estantería gracias a Irene, pues hace tiempo celebró un concurso excepcional y fui una de las afortunadas en llevarme un libro a casa, en mi caso éste.
Había oído hablar de Megan Maxwell y leído varias reseñas de esta novela, todas bastante positivas y que me animaban a leerlo, pero no fue hasta que mi hermana me lo pidió prestado que no me decidí a leerlo (se lo presté y cuando me lo devolvió, comentando que le encantó, lo leí).
Marta es una joven de unos treinta años que ha tenido muchos tropiezos con los hombres a lo largo de su vida. Es madre soltera de una adolescente que podría pasar por su hermana y ha luchado muchísimo para poder sacarla adelante. Tras su última experiencia con un seductor embustero ha decidido que, desde ese mismo momento, todos los hombres serán ranas para ella, y que las relaciones serias han dejado de existir. Al principio todo marcha sobre ruedas, pues conoce a Philip, un guiri blancucho y estirado que no es para nada su tipo, y decide que él será su rana: un hombre de usar y tirar. Philip tampoco quiere compromisos, pero tras unos encuentros realmente ardientes, ambos irán cayendo irremediablemente en los brazos del otro.
Las ranas también se enamoran es un libro de género romántico, pero no romántico-erótico o erótico-romántico; Es romántico de verdad. Al fin. Hay demasiadas novelas que confunden el término y no me hacía ninguna gracia.
Lo primero que me llamó la atención fue la cantidad de expresiones andaluzas que hay en el libro, ese idioma tan propio nuestro y la exageración de las frases. Me di cuenta de que leía estas frases pronunciándolas con el acento andaluz y, aunque encajaba de una manera extraña en la historia, le da muchísima personalidad a la novela. El empleo de este lenguaje tan sencillo y ameno, añadido a lo cortos que son los capítulos y lo adictiva que resulta la novela, hace que te la leas antes de darte cuenta.
Por primera vez en mucho tiempo me he sentido completamente a gusto leyendo una novela romántica, porque no sólo es cortita, fresca y entretenida, sino también divertida. Las situaciones en las que se encuentra a menudo Marta hacen que te eches una mano a la cara, porque la muchacha tiene tarea.
Marta es una protagonista cabezota, picona, impetuosa y divertida. Enseguida me cayó bien, aunque creo que el título de madre soltera luchadora y admirable le sobraba un poco.
Adrián es uno de los personajes que más me gustó, está un poco más para allá que para acá y tiene una personalidad tan alocada y unas reacciones tan exageradas que no paraba de reírme.
Vanesa me pareció un incordio, y está bien, porque tiene que serlo.
Y por último, Philip resultó ser el perfecto conquistador sin pretenderlo; a mí me conquistó.
Algo que me gustó mucho del libro es que abundan los diálogos; además son muy cercanos, realistas y te ayudan a congeniar con la protagonista y los personajes. Al final del libro te acabas dando cuenta de que te has encariñado con casi todos los personajes que aparecen en él.
Algo que no me gustó fue el tira y afloja que tenían Marta y Philip. Hubo un punto en el que se hizo exasperante y se convirtió en un sinsentido. "Yo hago esto", "pues ahora yo hago esto", "¿si? pues ahora yo hago esto", "¿qué? ¡pues ahora yo hago esto!" Y así hasta que explota mi cabeza. Pero por suerte este momento pasa y la historia avanza.
En definitiva, Las ranas también se enamoran ha sido para mí el descubrimiento de esta autora, Megan Maxwell, y debo reconocer que me ha gustado mucho su forma refrescante y adictiva de darnos a conocer este romance. Os lo recomiendo :)
Lo primero que me llamó la atención fue la cantidad de expresiones andaluzas que hay en el libro, ese idioma tan propio nuestro y la exageración de las frases. Me di cuenta de que leía estas frases pronunciándolas con el acento andaluz y, aunque encajaba de una manera extraña en la historia, le da muchísima personalidad a la novela. El empleo de este lenguaje tan sencillo y ameno, añadido a lo cortos que son los capítulos y lo adictiva que resulta la novela, hace que te la leas antes de darte cuenta.
Por primera vez en mucho tiempo me he sentido completamente a gusto leyendo una novela romántica, porque no sólo es cortita, fresca y entretenida, sino también divertida. Las situaciones en las que se encuentra a menudo Marta hacen que te eches una mano a la cara, porque la muchacha tiene tarea.
Marta es una protagonista cabezota, picona, impetuosa y divertida. Enseguida me cayó bien, aunque creo que el título de madre soltera luchadora y admirable le sobraba un poco.
Adrián es uno de los personajes que más me gustó, está un poco más para allá que para acá y tiene una personalidad tan alocada y unas reacciones tan exageradas que no paraba de reírme.
Vanesa me pareció un incordio, y está bien, porque tiene que serlo.
Y por último, Philip resultó ser el perfecto conquistador sin pretenderlo; a mí me conquistó.
Algo que me gustó mucho del libro es que abundan los diálogos; además son muy cercanos, realistas y te ayudan a congeniar con la protagonista y los personajes. Al final del libro te acabas dando cuenta de que te has encariñado con casi todos los personajes que aparecen en él.
Algo que no me gustó fue el tira y afloja que tenían Marta y Philip. Hubo un punto en el que se hizo exasperante y se convirtió en un sinsentido. "Yo hago esto", "pues ahora yo hago esto", "¿si? pues ahora yo hago esto", "¿qué? ¡pues ahora yo hago esto!" Y así hasta que explota mi cabeza. Pero por suerte este momento pasa y la historia avanza.
En definitiva, Las ranas también se enamoran ha sido para mí el descubrimiento de esta autora, Megan Maxwell, y debo reconocer que me ha gustado mucho su forma refrescante y adictiva de darnos a conocer este romance. Os lo recomiendo :)
4/5
Hola :) Parece que tiene buena pinta, lo agrego a mi lista de pendientes. Un besito ^^
ResponderEliminarbuenas! pues lo tengo pendiente desde hace mil. A ver si este veranito me animo y me estreno con la autora! besos
ResponderEliminarHola! Parece un buen libro, me tengo que animar a leer algo de esta autora :)
ResponderEliminarBesos!
Hola :D
ResponderEliminarYo he leído bastantes libros de esta autora , y este me gustó mucho . Me pareció muy romántico y divertido.
Un beso ^^
Hola^^
ResponderEliminarTengo ganas de leer más cosas de esta autora y este libro la verdad es que pinta bien y me llama bastante, espero hacerme pronto con el.
besos!! <3
Pue sno tenía pensado leerlo con esa portada no me llamaba nada, pero viendo lo que te ha parecido me lo apunto!! <3
ResponderEliminarEl libro me lo leí hace tiempo y me gustó mucho, lo único que mas me exasperaba era la actitud de la hija, no podía con ella.
ResponderEliminarMe alegro de que te haya gustado y de esta autora también te recomiendo -Ni lo sueñes- y -Melocotón loco-.
un Beso:)
Todavia no he leido nada de la autora, pero este es uno de sus libros que tengo pendiente.
ResponderEliminarBesotes1
Tengo muchas ganas de leer a esta autora. Tengo varios libros de ella en mi estantería y lo próximo que lea de erótica será su trilogia.
ResponderEliminarUn besito y buena reseña :)